Las energías renovables en España representan actualmente el 53% de la capacidad total instalada para generar energía eléctrica. Esto nos convierte en una de las naciones líderes en esta materia. Pero llegar hasta aquí ha supuesto recorrer un largo camino iniciado mucho antes de que apareciera la preocupación por el uso de combustibles fósiles y otras fuentes energéticas.

¿Quieres conocer esta historia, saber lo se ha conseguido hasta hoy y cuáles son nuestras perspectivas en materia de energías limpias? ¡Sigue leyendo!

Las renovables en España, una historia centenaria

Para entender los antecedentes de las renovables en España es pertinente saber algo sobre los inicios de la energía eléctrica en nuestro país. De acuerdo a referencias históricas, y los grandes hitos de la energía solar en el tiempo, las primeras experiencias de uso de la electricidad en España ocurrieron en 1852. Ese año, en Barcelona, un farmacéutico de apellido Domenech logró iluminar su tienda con esta novedosa fuente de energía. Poco después, el Congreso de los Diputados y la Plaza de la Armería en Madrid serían los primeros espacios de la capital en iluminarse con luz eléctrica. En 1875, un dinamo activado en Barcelona iluminó las Ramblas, el Castillo de Montjuic, la Boquería y parte de la zona alta del barrio de Gracia.

No tardarían en aparecer las primeras compañías eléctricas como la Sociedad Española de la Electricidad fundada en la ciudad condal. Sin embargo, la corriente directa –única conocida hasta finales de siglo- limitaba la capacidad de transportar la electricidad a sitios más lejanos. Hasta comienzos del siglo XX la principal fuente que generaba energía era la térmica. Además, el servicio sólo llagaba a ciudades, municipios y fábricas cercanas a las centrales que generaban la energía.

Los primeros complejos hidroeléctricos como antecedente de las renovables en España

En este contexto, finalizando el siglo XIX, surgieron las primeras centrales hidroeléctricas en España. Por ejemplo, en 1884, la Compañía Sevillana de Electricidad empezó a explotar las capacidades hídricas de la cuenca del Guadalquivir. Ya para 1901 dichos complejos representaban el 40% de las centrales que generaban energía. No obstante, la limitación ya mencionada sólo permitía aprovechar los recursos hidroeléctricos más próximos a los centros de consumo. Esta circunstancia influiría en la ubicación de muchas industrias.

La generalización del consumo eléctrico en todo el país y el descubrimiento de la corriente alterna cambiaron totalmente el panorama. Tanto es así, que fueron determinantes tanto en el desarrollo de la industria eléctrica, como en la expansión de la energía hidroeléctrica.

Durante la primera década del siglo XX, la Compañía Hidroeléctrica Ibérica construyó centrales en las cuencas del Ebro, Cinca y Leizarán. Para 1913, la potencia hidroeléctrica instalada del Valle del Ebro constituía el 25% de la producida en toda España. Antes de la Guerra Civil, en 1936, ya representaba el 41%. En 1914, comenzaron a operar los poderosos complejos hidroeléctricos de Seròs y Capdella en Cataluña.

Una vez resuelto el litigio con Portugal sobre el tramo internacional del Duero, comenzó la construcción de un gran sistema hidroeléctrico para aprovechar los recursos de este río y sus afluentes. Una de las obras representativas de esta iniciativa fue la presa de Ricobayo que inició operaciones en 1934.

Hitos de la generación hidroeléctrica en España

La energía hidroeléctrica fue por mucho tiempo la principal generadora de electricidad en el país y la única de carácter renovable. A medida que se incorporaban otras fuentes energéticas –limpias o no- su participación comenzó a reducirse de forma significativa. A ello también contribuiría el incremento de la demanda a lo largo del siglo XX. También influyó el boom de las renovables en España hacia la década de los 80s. Para ilustrarlo con más detalle, será suficiente suministrar algunas cifras:

• En 1947, las hidroeléctricas proporcionaban una potencia total de 1.662 MW y suponía el 78,7% de la producción eléctrica nacional.
• Para 1970, aun aportando una potencia de 10.883 MW, su participación cayó al 60,7%.
• A partir de 1983, la cuota ya era inferior al 40%, concretamente un 39,6% con una potencia de 14.087 MW.
• A comienzos del segundo milenio, el aporte de las hidroeléctricas ya era inferior al 30%W.

¿Cómo evolucionó la energía eólica en España?

En el desarrollo de las renovables en España, Cataluña destaca como pionera de la energía eólica nacional. De hecho, un prototipo de aerogenerador diseñado y elaborado por Ecotécnica, comenzó a operar el 10 de marzo de 1984. Fue instalado en Vilopriu y solo generaba 15 kW, siendo además uno de los cuatro primeros en el país.

Apenas un mes después, tuvo lugar en Garriguella, la inauguración del primer parque eólico de España. Con cinco aerogeneradores con potencia de 24 kW. Suficiente para abastecer la demanda de 60 familias. A día de hoy, un solo aerogenerador es capaz de proporcionar energía eléctrica a 2.500 familias.

A pesar de lo anterior, el primer y más antiguo parque eólico de carácter comercial en España está en la Sierra del Perdón, en Navarra. Comenzó a operar en diciembre de 1994, con seis aerogeneradores de 500 kW. Un par de años después ya se habían incorporado otros 34 molinos para alcanzar los 20 MW de potencia que produce actualmente el complejo.

En 1998, la energía eólica en España apenas tenía una potencia instalada de 760 MW y aportaba sólo el 1,54% de la generación eléctrica. Pero en las dos últimas décadas el crecimiento de esta opción de energía renovable se disparó hasta alcanzar en 2019 los 25.255 MW de potencia. Lo que significó una participación del 21,5% en el sistema eléctrico nacional.

Comenzando a experimentar el potencial de la energía solar

Iberdrola instaló la primera central de energía solar fotovoltaica de España en San Agustín de Guadalix. Desde su inauguración en 1984 hasta diez años después, fue el único complejo de este tipo de energía conectado a la red eléctrica nacional. Su aporte apenas era de 100 kW de potencia.

Con algunas contribuciones de proyectos aislados, como el de la Universidad Politécnica de Madrid, la energía solar lograba una modesta potencia de 1,6 MW en 1995. Pero la evolución de la energía fotovoltaica en España despegó con las primeras normativas gubernamentales en esta materia (Reales Decretos de 1998, 2000, 2004 y 2007). De esta manera, la potencia instalada de esta alternativa energética llegó a 2.708 MW, una de las más altas del mundo. Ya para 2011, representaba el 2,9% del aporte de energía.

Mayores plantas o centrales fotovoltaicas en España

• Núñez de Balboa, en Badajoz, con una potencia máxima de 500 MW.
• Central fotovoltaica Mula, en Murcia, con 494 MW.
• Talayuela Solar y Talasol Solar, ambas en Cáceres, cada una con 300 MW de potencia pico.

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También debemos mencionar la participación de la energía termosolar en el mix de las renovables en España. En el país existen 50 centrales termosolares operativas que en 2019 superaron los 5 TW por hora de generación, aportando una media de 2,1% y contribuciones puntuales del 10% a la red eléctrica nacional.

Juntas, las energías solares fotovoltaica y termosolar incrementaron su potencia instalada de 7.018 MW en 2018 a 11.217 MW en 2019. ¡Casi un 60% en un solo año!

El “impuesto al sol”, un traspié para las renovables en España

Con la excusa de garantizar la sostenibilidad de la red eléctrica, en 2015 entró en vigencia el Real Decreto 900/2015 que aludía al autoconsumo eléctrico. En concreto, el impuesto afectaba a las instalaciones fotovoltaicas con baterías para almacenar excedentes o cuya potencia fuese mayor a 100 kW. Igualmente afectaba a la energía de autoconsumo; calculada en base a la diferencia entre la energía producida y el excedente cedido a la red convencional.

Una de las justificaciones más esgrimidas fue precisamente que los propietarios de instalaciones fotovoltaicas también estaban conectados a la red común. Con ello, complementaban lo que no producían sus sistemas. Pero no faltó quien opinaba que dicho impuesto fue promovido con la intención de anular la deuda de la Administración con los productores de este tipo de energía.

Lo cierto es que el llamado “impuesto al sol” sólo duró tres años. En 2018, fue derogado mediante el Real Decreto ley 15/2018. Aunque un año antes ya el Congreso de los Diputados admitió el derecho al autoconsumo sin tener que pagar impuestos por ello. Junto con la eliminación de la tasa, el Gobierno anunció varias medidas para promover el autoconsumo, entre ellas destacan:

• Compensar los excedentes a pequeños consumidores.
• Minimizar los trámites administrativos.
• Favorecer el autoconsumo colectivo en comunidades de propietarios y compañías.

¿En qué punto se encuentran hoy las renovables en España?

A pesar que el confinamiento por el coronavirus disminuyó el consumo eléctrico un 5,6%, el 2020 fue un año de éxito para las renovables en España. En efecto, durante este período estas opciones produjeron su mayor cuota desde que se tienen registros. Con un aumento del 43,6% de la energía eléctrica nacional, lo que supone un 6,1% más que en 2019. De acuerdo a cifras de la Red Eléctrica de España, las energías renovables generaron un total de 109.361GW por hora de los 250.604 GW/h totales. Al cierre del 2020, la capacidad total instalada de generación eléctrica nacional era de 109.674 MW de los que el 53 % corresponden a energías limpias. En detalle, la participación de las energías renovables quedó así:

• Eólica: 54.583 GW/h
• Hidráulica: 30.473 GW/h
• Solar fotovoltaica: 15.223 GW/h
• Solar térmica: 4.562 GW/h
• Otras energías renovables: 4.490 GW/h
• Hidroeólica: 20 GW/h

Empresas dedicadas a las energías renovables en España

Actualmente, cerca de 3.000 empresas en España relacionadas con las energías renovables están registradas en el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), como es nuestro caso en E4e Soluciones, que fuimos una de las primeras Empresas de Servicios Energéticos (ESE) acreditada por este organismo a nivel nacional. Esto demuestra el creciente interés por el autoconsumo fotovoltaico y la generación eléctrica con fuentes no contaminantes. Además, refleja las excelentes perspectivas de negocio en el sector.

En este sentido, existen gremios como la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), con alrededor de 400 organizaciones asociadas, desde PYMEs hasta multinacionales. En esta misma línea, encontramos la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética (A3e), fundada en 2009 y que ya cuenta con más de 100 empresas. Allí coinciden consultoras, auditoras energéticas, ingenierías como E4e, instaladores, fabricantes de equipos y comercializadoras del sector.

¿Hasta dónde pueden llegar las renovables en España?

Como dijimos, las perspectivas de las renovables en España son prometedoras. En primer lugar, nuestro país está comprometido en el cumplimiento de los objetivos del Pacto Verde Europeo. Por tanto, desde organismos de Gobierno y de la misma Comisión Europea están ofreciendo ayudas para proyectos relacionados con energías limpias. Aparte de ello, existen diversos estímulos oficiales para instalaciones de autoconsumo como son las llamadas comunidades energéticas.

Desde nuestros orígenes, en E4e nos hemos dedicado exclusivamente a proyectos del sector energético. Somos expertos en el sector energético y Proveedor de Servicios Energéticos (PSE), además desarrollamos soluciones integrales y a medida en el ámbito de la energía, más concretamente en el área de la generación fotovoltaica, eficiencia energética, movilidad y consultoría energética.

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