La industria de extracción de minerales es una gran consumidora de energía, ya que representa alrededor del 2% de la demanda energética mundial. Para alimentar las operaciones en minas, las empresas del sector emplean fuentes de energía fósil, como el carbón y el gasóleo, que generan un importante impacto en el medio ambiente. De hecho, la minería es uno de los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, con un 4% de las emisiones mundiales. Como respuesta, la energía solar en la industria minera tiene el potencial de reducir significativamente estos efectos.

Además, la energía solar puede utilizarse para cubrir la demanda energética de diversas operaciones mineras. Los paneles solares pueden utilizarse para generar electricidad, calentar agua y alimentar bombas. Del mismo modo, puede ayudar a las empresas mineras a mejorar su eficiencia energética y operativa. En tal sentido, los sistemas fotovoltaicos pueden proporcionar una fuente fiable de energía, incluso durante los cortes de suministro o cuando la red está congestionada. Esto puede ayudar a reducir las interrupciones de la producción y mejorar la seguridad. Visto de este modo, la energía solar en una opción versátil para las empresas mineras.

¿Por qué crece la implementación de la energía solar en la industria minera?

Sin duda, la minería es una industria con una alta demanda de energía, lo que exige disponer de acceso a una fuente de electricidad estable. Debido al incremento de la demanda de minerales y la flexibilización de las legislaciones sobre minerales, algunos estudios prevén un aumento del requerimiento de energía en un 36% para el año 2035.

Al respecto, la automatización y la electrificación de los enclaves mineros irán reemplazando la demanda de energía de los combustibles líquidos por la electricidad. En consecuencia, las compañías explotadoras podrán obtener niveles significativos de eficiencia energética.

Actualmente, la electricidad generada y comprada por las empresas mineras aún depende en su mayor parte de combustibles fósiles. Situación que debe cambiar si esperamos que el sector contribuya a la descarbonización de la economía mundial. Es pertinente recordar que dicha acción es imprescindible para que los países que suscribieron el Acuerdo de París cumplan con el objetivo de evitar que las temperaturas globales aumenten más de 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales. Por supuesto, la implementación y consumo de energía solar en la industria minera sería una de las opciones más viables para materializar dicha contribución.

En paralelo, los costes de los paneles solares y los sistemas de almacenamiento de energías renovables están disminuyendo considerablemente. Ciertamente, esta circunstancia está impulsando a un creciente número de compañías mineras a incorporar estas tecnologías en sus minas.

¿Cómo puede integrarse la energía solar en la industria minera?

En concreto, existen varios factores que determinan cómo y en qué medida las compañías dedicadas a la minería pueden incorporar la energía solar en sus operaciones:

• El potencial de la energía solar fotovoltaica. Esto tiene que ver con la ubicación, el diseño de la mina y la existencia de otras opciones de suministro de energía. La ubicación está relacionada con las condiciones climáticas de la zona o el sistema de red de suministro. Al igual que con las características del terreno y si estas son óptimas para la instalación de sistemas de autoconsumo fotovoltaico. O bien, para la construcción de plantas generadoras de este tipo de energía renovable operadas por independientes. Respecto al diseño de la mina, los factores relevantes para la integración de energía solar en la industria minera engloban el perfil de carga y la vida útil del proyecto. En particular, esta última condición es fundamental para determinar si la planta de energía fotovoltaica es financiable y/o puede externalizarse mediante un acuerdo de compra de energía o PPA.
• Acceso y estabilidad de la red eléctrica. Aquellas minas que no dispongan de conexión a la red o que no confían en la estabilidad de la red convencional necesitan centrales eléctricas propias o generadores de respaldo.
• Etapa en la que se encuentre el proyecto. Lógicamente, durante las operaciones habrá mayor cantidad de demanda de energía. No obstante, hay oportunidad para integrar la energía fotovoltaica durante la exploración y luego del cierre de la mina.
• Marco legal. Este abarca las políticas de energías renovables, impuestos y mecanismos de incentivos oficiales.
• Beneficiarios. En este aspecto, los beneficiarios de la electricidad generada por los proyectos de energía solar en la industria minera, además de las minas, podrían ser la red eléctrica (mediante la venta de excedentes) y/o las poblaciones cercanas a la explotación.

Opciones para incorporar la energía solar en la industria minera

En resumen, existen cinco modalidades de suministro de energía solar en la industria de extracción de minerales:

• Autoconsumo. La planta de energía solar fotovoltaica es construida por la compañía explotadora de la mina y es de su propiedad.
• Acuerdo de compra de energía (PPA). Los responsables de la explotación contratan el suministro de electricidad con un productor independiente de energía (IPP) que gestione una planta fotovoltaica de generación. Esta modalidad se denomina PPA off site. La compañía se compromete a comprar la electricidad cumpliendo los términos acordados en el contrato.
• Hub o comunidad energética industrial. Varias compañías mineras en una localidad, en sociedad y de común acuerdo, asumen los costes de construcción de una instalación fotovoltaica. De esta manera, garantizan el suministro eléctrico necesario para cada una de sus explotaciones. Estos acuerdos también podrían darse para adquirir electricidad a un IPP de energía solar.
• Créditos de atributos energéticos. En sí, se trata de un PPA virtual: una modalidad de inversión en energía. La misma consiste en la negociación entre un consumidor (la empresa minera) y un productor de renovables fuera de la localidad. Aunque el cliente consuma y pague el suministro eléctrico con un comercializador de la red convencional, cada mes, recibirá una nota de liquidación del IPP que refleja el ajuste de las diferencias entre el precio SPOT y el precio PPA acordado. Después, el productor transferirá al consumidor las garantías de origen generadas por su parque de renovables.

¿Autoconsumo o contrato PPA?

En la práctica, la implementación de la energía solar en la industria minera se está dando más en las opciones de autoconsumo y contratos PPA. La instalación de plantas fotovoltaicas propias es más conveniente para proyectos de extracción de minerales off grid (no conectados a la red). O para aquellos ubicados en países que no cuentan con un marco legal vigente que permita la venta de electricidad a terceros.

Mientras que, en el caso de los contratos PPA corporativos, hay gran cantidad de acuerdos de este tipo vinculados con la minería, adaptados a contextos y requerimientos particulares.

Río Tinto, un ejemplo de energía solar en la industria minera en España

En España, encontramos un caso práctico de energía solar en la industria minera en las explotaciones de cobre, zinc y otros metales de la empresa chipriota Atalaya Mining en los yacimientos de Río Tinto, Huelva. Para esta, la compañía Endesa X está construyendo una planta fotovoltaica con casi 76.000 paneles solares que generarán 50 MW de electricidad. La instalación ocupará 60 hectáreas de terreno y cubrirá el 30% del consumo de electricidad del cliente. Hasta ahora, esta es la mayor planta fotovoltaica de autoconsumo para una compañía minera en nuestro país y ahorrará aproximadamente 40.000 toneladas anuales de CO2. Por cierto, esta es una considerable contribución con la preservación del medio ambiente.

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