El autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha es una opción de ahorro para empresas y particulares. Como veremos más en profundidad en este post, el autoconsumo colectivo puede tener diferentes e interesantes modalidades; tanto para su aplicación en comunidades de vecinos, como en empresas o en zonas agrícolas. Quienes se deciden a abordar esta modalidad de generación compartida, se beneficiarán en la producción, gestión, uso e incluso, almacenamiento de su propia energía de forma eficiente. De esta forma, la modalidad de autoconsumo les permitirá abordar este tipo de instalaciones fotovoltaicas, compartiendo inversión y beneficios.
Como veremos a continuación, Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma que ofrece unas condiciones muy buenas para desarrollar proyectos de generación eléctrica propia con energías renovables.
¿Por qué es conveniente el autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha?
Castilla-La Mancha es la tercera entre las Comunidades Autónomas más grande de España, gracias a sus 79.461 Km2 de extensión. Sin embargo, en la actualidad cuenta con poco más de dos millones de habitantes. El grueso de la población habita en los núcleos urbanos como Albacete, Guadalajara, Toledo o Talavera de la Reina. De amplia tradición agrícola, gran parte del vasto territorio castellano manchego está dedicado al cultivo de trigo, vid y olivo. En este sentido, posee una de las áreas dedicadas a viñedos más amplias de Europa, con más de 700.000 hectáreas.
Sin duda, que de los 919 municipios que componen Castilla-La Mancha apenas 10 sobrepasen los 10.000 habitantes, es una cifra llamativa. Pero a la vez, esta circunstancia es una oportunidad para el autoconsumo compartido fotovoltaico en Castilla-La Mancha, también en zonas dispersas y poco pobladas.
Por otro lado, Castilla-La Mancha tiene tradición en generación de energías renovables. Ya que la cantidad de luz solar y viento que reciben sus llanuras facilitan la instalación de aerogeneradores eólicos y fotovoltaicos. De hecho, es la tercera comunidad española con mayor potencia instalada para generar estos dos tipos de renovables. También es la segunda, después de Andalucía, en generar energía solar fotovoltaica, con 3.078 GWh en el año 2020. Asimismo, es la tercera comunidad autónoma en energías que se obtienen de la tierra, como la geotermia.
Por si fuera poco, el consumo total de energía eléctrica en Castilla-La Mancha alcanzó en 2020 los 12.135,7 GW/ hora. De ellos, 12.111 GW procedía de fuentes renovables, por lo que hoy día la región podría estar consumiendo el 100% de electricidad generada sin emisiones contaminantes.
Ventajas y beneficios del autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha
El autoconsumo fotovoltaico permite generar y emplear la electricidad a partir de fuentes de energía renovables; ya sea para el consumo en hogares, en comunidades de vecinos o para el funcionamiento de empresas y entidades públicas. La única condición relevante es que dicha generación propia debe conectarse con la red eléctrica convencional; de esta manera, se podrá aportar a la red los excedentes de electricidad del autoconsumo compartido no utilizados.
Mediante el Real Decreto-Ley 15/2018 que regula la materia, este derecho fue finalmente oficializado; al mismo tiempo, eliminaba el “impuesto al sol” y simplificaba los trámites para la instalación de sistemas de autogeneración renovable. Así, esta legislación está alineada con la meta de la Unión Europea para 2030, mediante el llamado nuevo Green Deal. El objetivo consiste en reducir de 50% a 55% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), con respecto a los niveles de 1990. De igual manera, estas medidas también tienen relación con el incremento de la cuota de energías renovables, con el mix energético de los países miembros y con la eficiencia energética.
Autoconsumo compartido, beneficioso para empresas y particulares
Las instalaciones de autoconsumo compartido pueden ir dirigidas a diferentes públicos. Ya sea para las instalaciones más «básicas» en comunidades de vecinos destinadas a cubrir las necesidades del funcionamiento de ascensores o la luz en espacios comunes. También para modalidades integrales, en la que todos los vecinos reciben la energía proveniente del autoconsumo para sus propios hogares.
En todo caso, las medidas del autoconsumo deben ser consensuadas por los miembros de la comunidad para llevar a cabo el uso colectivo de la electricidad -en el caso de la modalidad flexible basta con que un tercio de los vecinos estén de acuerdo con la instalación-. Lo mismo sucede para conjuntos de empresas colindantes en un polígono industrial o en edificios de oficinas. Incluso para negocios de diversa índole en centros o zonas comerciales.
Desde PYMES hasta grandes empresas pueden implantar esta forma de autoconsumo compartido en sus negocios creando una comunidad energética. Un área muy interesante donde se puede implantar el autoconsumo, es el de las explotaciones agrarias. Debido a las grandes extensiones de tierra que lo conforman y a sus considerables áreas agrarias, Castilla-La Mancha es una de las comunidad que más puede aprovechar los beneficios que ofrece esta democratización de la energía.
Algunas condiciones esenciales
Con el propósito de comenzar la instalación de un centro de generación fotovoltaica para una comunidad o grupo de empresas, es preciso elegir un edificio o emplazamiento con capacidad técnica. Es decir, cerciorarse y saber cuantos paneles fotovoltaicos son necesarios para distribuir la energía al grupo de viviendas o compañías.
Además, todas las personas asociadas, deben tener la misma modalidad de autoconsumo compartido y estar registrados en la misma referencia catastral. Asimismo, es necesario elaborar un Acuerdo de Reparto de energía donde se recojan y establezcan los acuerdos de reparto de la energía generada.
Del mismo modo, es indispensable considerar la distancia que existe entre el centro de generación y las viviendas o empresas usuarias. Esta distancia no debe superar los 500 metros. En otras palabras, los edificios o casas tendrían que estar situadas en un perímetro de distribución de 500 metros respecto al centro generador de energía.
Ventajas y beneficios concretos en la modalidad compartida
- La inversión inicial en la instalación de paneles solares fotovoltaicos se distribuye entre las partes implicadas. En consecuencia, vecinos o empresas asociados en el proyecto no tendrán que disponer de presupuestos tan elevado.
- Instalar sistemas de autoconsumo colectivo producirá una significativa disminución en la factura de luz por el suministro de electricidad. Al mismo tiempo, reducimos la demanda de la red convencional y le aportamos nuestros excedentes a ésta, lo que se verá compensado cada mes. Sin duda, para los productores y consumidores -quienes generamos nuestra energía-, el impacto del incremento de la tarifa eléctrica será menor.
- Para las empresas, la reducción del total de la factura implica una disminución de los costes operativos, lo que supone una ventaja competitiva en función de los precios de productos y servicios.
- El autoconsumo compartido contribuye con la eficiencia energética nacional, dada la proximidad entre las instalaciones de generación y los puntos de consumo. Asimismo, esta modalidad de autoconsumo elimina la pérdida de energía provocada por el transporte mediante la red eléctrica convencional, que se calcula que puede llegar a ser en torno a un 14%.
- A todo esto debemos agregar, como dijimos, que las condiciones climáticas de Castilla-La Mancha le permiten compartir el liderazgo nacional en energías limpias. Por lo que, en el caso de las instalaciones fotovoltaicas colectivas y privadas, es factible lograr un alto rendimiento y eficiencia de autogeneración.
Instalaciones de generación colectiva y autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha
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