1. Poner en marcha la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Su primer Plan nacional integrado de Energía y Clima, una estrategia de descarbonización a 2050. También un análisis por parte del Banco de España del riesgo climático.

2. Plantear un calendario de cierre de las centrales de carbón. Otro de eliminación de las subvenciones a los combustibles fósiles. Finalmente, abrir una negociación tripartita con sindicatos y patronal para negociar una transición justa hacia un desarrollo bajo en carbono.

3. Decidir si se alarga o no la vida de las centrales nucleares más allá de los 40 años. Además, laborar un nuevo plan nacional de residuos y estudiar si se sigue adelante o no con el ATC de Villar de Cañas.

4. Abolir el llamado “impuesto al sol”. A parte, promover las energías renovables, la eficiencia y la electrificación de los usos finalistas de la energía.

5. Cambiar el modelo de producción y consumo. Para ello, se hará hincapie en una agricultura y ganaderías más sostenibles.

6. Promover una reforma del mercado eléctrico y otra de la fiscalidad ambiental. Esto permite impulsar el cambio de modelo de desarrollo.

7. Decidir si se sigue adelante con la reforma de la Ley de Biodiversidad para plantear excepciones con algunas especies invasoras. También desarrollar planes de gestión de ecosistemas y especies..

8. Hacer una gestión del agua adaptada al reto del cambio climático y a los recursos propios de cada cuenca. Todo esto respetando los caudales ecológicos.

9. Aprobar y poner en marcha la estrategia española de economía circular. Además de tomar medidas efectivas para elevar las tasas de reciclaje y combatir la contaminación por plástico.

10. Por último, desarrollar una estrategia para cumplir la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.